El Camino del Corazón

Vivimos en una realidad en donde nuestros sentidos están siempre invadidos de sensaciones fabricadas artificialmente. Nuestro cerebro está en una actividad constante debido a toda la inundación de información que absorbemos de todo nuestro entorno. En este mundo que hemos creado, el intercambio de datos es lo más importante. Hasta hemos llegado a un punto donde hasta las relaciones personales se han edulcorado tanto que hemos perdido espontaneidad, calor humano, emoción e incluso contacto físico.

Y hemos creado así nuestra realidad porque nuestro hemisferio izquierdo, la mente lineal y lógica, ha tomado el mando y ya no entendemos otra manera de ver nuestra realidad. Todo lo vemos de manera cuantificable, lo medimos y lo pesamos todo, nuestras decisiones incluso las más importantes las tomamos basándonos en esta visión del mundo. Pero esta manera de vivir es incompleta e irreal porque la dimensión de la vida de los seres humanos no está solamente en nuestra cabeza. Somos seres con muchas dimensiones diferentes -física, mental, emocional, espiritual, social, energética, etc.- que están unidas formando un todo (el SER).

Algunos estudios científicos apuntan que en realidad la mente, el cerebro no es el poseedor del control de nuestro cuerpo, solamente es un centro de distribución de información al cual le hemos dado un poder enorme. Es como si pusiéramos al mando de nuestro país a un ordenador, las decisiones que tomara este ordenador no serian para nada justas, mediría todo con probabilidades y tantos por cien, pero todos sabemos que eso no es la vida. En cambio estos mismos estudios también nos indican que nuestro corazón no es meramente un músculo que se contrae y que se expande. Han descubierto que el corazón posee neuronas, incluso con más conexiones neuronales que el propio cerebro.

Hay expertos que empiezan a decir que el corazón en realidad es centro de todo nuestro ser, que es el que conecta a todas nuestras dimensiones entre si. Que si fuésemos capaces de comprender y conectarnos con nuestro corazón entraríamos en una nueva forma de comunicación con la mente, con el cuerpo y con el espíritu, además de una comunicación más real con los demás y con nuestro entorno. Podríamos decir que el corazón es le medio y la vía de conocimiento y comunicación con nosotros mismos y con el exterior.

El dicho “El corazón tiene razones que la razón no entiende” cobra más fuerza que nunca. Todos los maestros espirituales de una manera u otra nos han dicho que todo lo debemos primero filtrar en nuestro corazón y que debemos abrir nuestro corazón a la vida para poder entender y participar de su sabiduría y su equilibrio...

En definitiva la ciencia está constatando de forma empírica la sabiduría de todos y cada unos de los maestros espirituales que han pasado por este humilde planeta Tierra. Ya no podemos decir que son elucubraciones de místicos que viven extramuros del mundo real.

Así que, atrévete ahora a iniciar una nueva aventura. Comienza un nuevo andar, que es posible que sea el camino más correcto para ti. El Camino de tu Corazón.

Con Amor,

M

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