Sé Tú Mismo
Carl Jung decía: “Nacemos originales y morimos siendo copias”. Sin embargo... hay quienes no. Cuidado: no siempre están a la vista; a veces pasan inadvertidos, o ni ellos mismos lo saben. Es más: puede que, siendo diferentes al mundo, se sientan más bien “fallados”... algo así como un fraude, un error de la especie. Hasta que un día (casi siempre en la mitad de la vida) algo les hace intuir la verdad: como una semilla dormida en la nieve despertada por un haz de luz, sucede que el gesto de alguien, un libro, una palabra, o el dolor macerado y transmutador... les cambia el punto de vista desde el cual se miraban a sí mismos. Toda flor fue secreto un día. Florece a partir de hoy. Crecimos aprendiendo a sospechar de quienes somos. Hay a quienes les ayudaron en el asunto ciertas etiquetas que les pegaron mal en la frente (o, peor, en el pecho): “inadecuado”, “depresivo”, “edípico”... Pero... ¿Quién había detrás de la etiqueta? ¡Una semilla con miedo a “brotar”! Hasta llega